¿Qué Sucre seremos en diez años?
De acuerdo a proyecciones que acertadamente plantea el
investigador Social Freddy Pérez, el estado Sucre contará en tres años, 2020,
los residentes mayores a los 50 años seremos unos 200.990; mientras para el
2030 sus estudios reflejan que la población de mayores de 50 años estaremos por
los 260.386.
Ante este volumen de personas mayores de 50 años, que durante
el pasado 2015 éramos 176.214; el Lcdo. Pérez Quijada se pregunta si acaso ¿el
Estado tendrá planes para esta población?, la cual se caracteriza por A: Alta
dependencia económica del grupo familiar, y B: en esta categoría de edades
concurren enfermedades más crueles y costosas a la capacidad de pago del ciudadano
de “a pie”.
Proyecciones e interrogantes del investigador
social Freddy Pérez planteadas hace ya un año, y que su desvelo, de entonces, lo recogemos por cuanto sentimos que hoy es una
inquietud de todos quienes aquí permanecemos y no tenemos planes de irnos; y ya entrados en los 60’s, sentimos, porque así
lo padecemos, mas allá de la “enfermedad” del poder por el poder, que los actuales
gobernantes no han internalizado, y esperamos que quienes asuman el nuevo gobierno
lo asuman, que se gobierna por y para
conducir a una sociedad hacia estados superiores de bienestar y progreso… Y que
eso se logra creando las condiciones elementales para que el inversionista
invierta, el estudiante pueda seguir la carrera que considere, el trabajador
especializado o no pueda contar con una plaza de trabajo bien remunerada, y que
el Estado garantice los servicios básicos y condiciones, dé confianza, aliente,
proteja a todos; y que no los hostigue, no los acose, no los distraiga. Deje, permita
al emprendedor, al empresariado invertir, crear empresas generadora de fuentes
estables, segura de empleo que además de generar servicio social cancela
impuestos para que el municipio funcione a cabalidad.
¿Qué proyecto de Estado
se tiene? ¿Sucre potencia? ¿En qué? ¿Qué modelo de desarrollo se tiene
planteado? Hacia dónde está o están dirigiendo el esfuerzo? ¿En qué modelo de sociedad
o Estado piensan cuando elaboran los presupuestos? ¿Hacia dónde dirigen las energías,
el mayor empuje de la gestión? ¿Turismo? ¿Pesquero? ¿Agricultura? ¿Industria metalmecánica?
¿Industria automotriz? O una regadera etérea? ¿Se puede vivir de recuerdos? Tal
vez, pero eso no da cuerpo.
Aquí realmente lo que
se siente es impotencia por tanta incompetencia, o tal vez han competentes en
la tarea trazada que al parecer, por lo que observamos, ha sido destruir un
país que se perfilaba hacia el desarrollo, y hoy se muestra en caída libre a
los abismos de la miseria, una miseria que se asoma como calculada, malignamente
planificada para dominar a la población ya convertida en masa subyugada por el
hambre y la inercia.
Sucre potencia, y la gente muere ante la imposibilidad de
lograr medicamentos, o atención adecuada por falta de insumos en los antiguos
centros dispensadores de salud, que hoy son la estampa de la necrosis invasiva
del cuerpo del pueblo sucrense, por no extenderme al ámbito nacional.
De verdad el discernimiento pareciera que no se insertó en el
cerebro de quienes hoy siguen hablando de glorias preteridas, que son
halagadoras, pero que no resuelven las urgencias de una población, empujada por el instinto de sobrevivencia, que
ya escarba en la basura en busca de una concha pútrida de plátano o alguna migaja
de cualquier vaina que se pueda tragar para calla el gruñir de las tripas.
¿Qué planes se han elaborado para delinear el futuro para los
próximos trece años? (Rafael Marín)
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