Quien crees gana elecciones regionales en Sucre

sábado, 29 de octubre de 2011

El insepultable

·       Los aprendices de brujo que heredaron el liderazgo destruyeron el patrimonio democrático

 CARLOS RAÚL HERNÁNDEZ   


       Carlos Andrés Pérez no se dejó enterrar tranquilamente en Florida. Viene a Venezuela a incorporarse a la pelea por la democracia y Mirtha Rivero con su libro La rebelión de los náufragos, impide que entierren los crímenes políticos cometidos contra él. Es difícil conseguir un linchamiento similar. Lo derrocó una Corte de los Milagros, la más variada coalición de bajas pasiones en la historia  reciente: políticos duchos en fracasos, capitanes de empresas subsidiadas, plumíferos, locutores, que en sus vidas solo medraron y/o hicieron el mal. Como todos los manetos, jugaron contra sí mismos, abrieron la puerta al "proceso" y después, arrepentidos, lloraron zumo de limón.
      Desde el campanazo del Viernes Negro, febrero de 1983, quedó en evidencia que la industrialización sustitutiva estaba exhausta y el crecimiento "hacia adentro" ya era maligno. Una industria débil y subsidiada no producía suficientes empleos ni divisas, sino productos caros, de mala calidad y un gran endeudamiento externo. Inflación, devaluación, desempleo, pobreza, malestar social. A Pérez lo recibe un "crack" económico en 1989. En medio del remolino, lanza el programa de  cambios, el Gran Viraje.
      Era la paradoja del estatismo. Las ciudades se llenaban de ranchos, la "marginalidad" corroía la salud institucional. Toda América Latina debate sobre el "nuevo modelo de desarrollo" en la Crisis de la Deuda, 1984: apertura a los mercados, las inversiones globales y racionalización de un Estado que despilfarraba y corrompía el ingreso fiscal. No había recursos para las escuelas, porque se compartían con una montaña de supuestos "institutos autónomos" y "empresas del Estado", parasitismo de clientelas políticas, empresariales y sindicales.
      Venezuela estaba en situación privilegiada para ese salto. La industria petrolera era de punta y la democracia había hecho un ahorro masivo en las empresas de Guayana que comenzaban a languidecer. Con inversiones globales en innovación y tecnología, se recuperarían para asegurar un ingreso permanente al país.
      Asediado arranca en 1989 el Proyecto de Reforma Integral: apertura económica, reforma del Estado y descentralización. Obligaba a los empresarios a competir y hacía que la elección directa renovara el sistema político con el voto popular. Con los veinticinco programas de atención social, que mejoraron el ingreso real de los sectores populares, fue el mejor proyecto en la América Latina que iniciaba el camino de las reformas.
     El clima ruin creado por los llamados "notables" desmoronó la imagen de uno de los gobiernos más aptos y honorables en los cuarenta años, con Naim, Rodríguez, Rosas, Torres, Haussmann, Cisneros. Ayudó que algunos tarupidos llevaban principalísimos medios de comunicación que, así como destruyeron la democracia, años después casi destruirían la oposición democrática y arrasaron las empresas que, para desventura de los dueños, les habían caído en las manos.
    Pérez descabezó los dos golpes militares y aunque algunos filibusteros le soplaban desconocer las instituciones, aceptó la sentencia de una Corte hasta los tuétanos en la conspiración. La misma que después rechazó inhabilitar al golpista y que le regaló la constituyente inconstitucional para que se cogiera el poder. La caída de Pérez cede el paso a aquel gobierno recordado como una catástrofe natural que abrió la Caja de Pandora, hoy en la laguna de oxidación de la Historia.
     Por cuatro décadas la democracia venezolana fue un modelo. Con el millón de millones de dólares que ha desangrado el régimen actual y el programa económico-social de Pérez, Venezuela cambiaba de rumbo y hoy seríamos un país desarrollado, la envidia de Chile, Brasil o Perú. A Pérez se le recuerda en muchas partes del mundo por hacer el bien.
Factor decisivo en la derrota de Somoza, y también en la de los sandinistas, en las transiciones democráticas de España, Chile, Argentina, Bolivia, Centroamérica.
     Fue una decadencia trágica. La política cayó en manos de partidos irresponsables, de los lamentables "denunciantes" y el liderazgo intelectual en la mediocridad de gacetilleros de tercera, todos de similar estirpe. La inactualidad, y mala intención de notorios individuos y cenáculos rebozados de envidia, nos trajo la desgracia.
     Con su derrocamiento el país se volvió loco y los aprendices de brujo que heredaron el liderazgo destruyeron el patrimonio democrático y de paso, se autodestruyeron. No pudieron manejar ni la primera crisis que se les presentó. "Padre zapatero, hijo millonario, nieto pordiosero".
                            EL UNIVERSAL. Sábado 1 de octubre de 2011  12:00 AM
Nota: la grafica que ilustra este articulo es autoría de Gil Montano/Reuters

Universidad de Ciencias Informáticas para la Habana construida y costeada por Venezuela

         
Escrito por ELIZABETH BURGOS el Sep. 1st, 2011

   Adivinen con qué dinero fue construida en 106 días la inmensa Universidad de Ciencias Informáticas de La Habana, que ahora controlará todo lo electrónico en… Venezuela, elecciones incluidas.
   Parece inverosímil que en el país en donde el control de la información es absoluto, en donde el uso de computadoras hasta fecha reciente era considerado un delito, en donde el acceso a Internet está sometido al control del Estado y es un privilegio al que sólo tiene acceso libre la oligarquía que detenta el poder, exista una Universidad de ciencias Informáticas.
       En verdad, en materia de formación académica en Cuba existe la mayoría de las disciplinas de las que debe disponer cualquier país, en particular cuando ese país se jacta de haber formado el mayor número de universitarios de América Latina. Pero la condición es que tanto las instituciones universitarias como el personal que de ellas egresa, deben supeditarse al control absoluto de Fidel Castro. La especificidad de la UCI, como todo en Cuba, se debió a una decisión del Fidel castro quien decidió proveerse de un instrumento que le permitiera formar profesionales en el marco de la llamada “Batalla de las Ideas”, como llamó el artefacto ideológico creado para contrarrestar las ideas de libertad que terminaron por derrocar los regímenes totalitarios de Europa del Este y comenzaban también a hacerse sentir en Cuba. 
        Fundada en 2002, el objetivo de la UCI es de informatizar el país y desarrollar la industria del software. Construida en 106 días, situada a 15km de La Habana, cuenta con un perímetro de 72 hectáreas, 80 edificios y su acceso está rigurosamente prohibido a quien no sea estudiante o miembro del personal. Las personas extrañas al centro deben contar con una autorización especial. El número de estudiantes alcanza los 10.000. No es necesario ahondar en el origen de los medios para la creación de dicho centro universitario en La Habana, si no es para recordar la reducción presupuestaria de los centros de estudios universitarios de Venezuela.
       La Base de Inteligencia 
        El otro elemento de interés, es que en ese mismo lugar, desde 1964,estaba emplazada la base de radares soviéticos, Centro de Exploración y Escucha Radio-electrónicos, popularmente llamado Base Lourdes, que le permitía a Moscú someter a control las radiocomunicaciones de EE.UU.; elemento decisivo de la batalla entre ambos imperios durante la Guerra Fría. Método que se impuso tras la crisis de octubre o Crisis de los Misiles. Los radares remplazaron los misiles. El pretexto era velar por el cumplimiento de los acuerdos de desarme nuclear entre la URSS y EE.UU. Washington consideraba al contrario, que se trataba de un centro de espionaje del cual Moscú obtenía información de alto nivel estratégico y militar relativo a la política estadounidense La Habana percibía 200 millones de US Dólares por el alquiler de dicho emplazamiento. Se establecía así una suerte de simetría con la Base de Guantánamo por la cual Cuba percibe también un alquiler que el gobierno de Castro se ha negado cobrar desde 1959.  
       Al igual que cuando la Crisis de los Misiles, Moscú y Washington negociaron a espaldas de Fidel Castro y tras los atentados de las Torres Gemelas, el gobierno ruso decidió el desmantelamiento de la Base Lourdes, dejando a Fidel Castro al margen de la decisión. Una vez más Castro se vio enfrentado a la humillación al constatar que la política mesiánica que había pretendido imponer en América Latina y en África se convertía en una quimera, pues dependía de los medios provenientes de la ex URSS. Fue solo después de la llegada al poder de Hugo Chávez cuando al disponer del petro-Estado venezolano, Fidel Castro pudo con toda independencia dedicarse de nuevo a su proyecto de convertir a Cuba en el País-Faro del cual ha pretendido imponer su “destino manifiesto”.
       Para Fidel Castro, la Base Lourdes significó solventar la decepción del despojo de los misiles. Demás está decir que la Universidad de las Ciencias Informáticas está dedicada a la formación de expertos en la guerra cibernética y al espionaje cibernético.  
       El pilar del total totalitarismo cubano, el Minint, contará desde ahora con expertos y con una dotación técnica del nivel de cualquier superpotencia, lo cual no deja de recordar el centro que abriga los locales de la CIA.  
Barrio adentro y algo más
 En relación a América Latina y a los países del ALBA, se han firmado convenios, en particular con Venezuela a la que la UCI proveerá de “soluciones tecnológicas integrales”. Y lo que no podía faltar. “La UCI respalda la Misión Médica Cubana en Venezuela garantizando el adecuado funcionamiento de los sistemas informáticos, hay un estudiante en cada Centro de Diagnóstico Integral y en cada Centro Médico de Alta Tecnología donde están instaladas las aplicaciones informáticas que desarrolla la UCI, un estudiante se integra al personal de la Misión Médica cubana para atender los temas informáticos”.  
       Ante un aparato de tecnología informática de esa envergadura, costeado por Venezuela, y la instalación del cable óptico entre Caracas y La Habana, no hace falta adivinar desde dónde se controlará el sistema de votación del cual se ha equipado Venezuela.
          Ya lo dijo Fidel Castro cuando los sandinistas perdieron la elección presidencial que dio paso al gobierno de Violeta Chamorro: “Nunca más “perderemos” una elección. A Fidel Castro nunca más se le tomará desprevenido.
FUENTE: ABC.es

La Conferencia Episcopal Venezolana.

Comunicado‏

1.- Los Arzobispos y Obispos de Venezuela, reunidos en la XLII Asamblea Plenaria Extraordinaria, saludamos con afecto sincero al Pueblo de Dios que peregrina en Venezuela y a todos los habitantes de nuestra Patria. Queremos compartir con todos algunas reflexiones sobre un tema inquietante y de vital importancia para el presente y futuro de la nación, como es el largo proceso electoral que se avecina.

2.- Los Obispos somos conscientes de que como ciudadanos responsables y creyentes motivados por los valores del Evangelio, nuestra vocación cristiana y misión pastoral implican contribuir a que todos los ciudadanos seamos constructores de paz, de reconciliación y de entendimiento entre todos.

3.- Las elecciones en los años venideros son de gran relevancia: primero elegiremos al Presidente de la República (7 de octubre 2012), luego a los Gobernadores de Estado e integrantes de los Consejos Legislativos (16 diciembre 2012), y por último, a los Alcaldes y Miembros de los Concejos Municipales (el 14 de abril 2013).

EL VOTO UN DERECHO HUMANO PARA EL BIEN DE NUESTRO PUEBLO

4.- El avance de los derechos humanos a nivel universal ha incorporado el derecho al voto y el respeto de la decisión de cada uno, como uno de esos derechos, reconocido y protegido internacionalmente. La Doctrina Social de la Iglesia lo asume como una tarea inherente al ejercicio de la vida democrática e instrumento para preservar la paz y el entendimiento entre todos los ciudadanos.

5.- En ocasiones, los procesos electorales generan en algunos actores, una lucha y emocionalidad que requiere ser encauzada para evitar excesos, fanatismos, insultos, agresiones verbales o físicas, ventajismos, que, en el clima de polarización que vive el país, pueden conducir a actitudes poco cónsonas con la civilidad, racionalidad y respeto básicos que deben reinar por encima de cualquier diferencia.

6.- Las elecciones son para evaluar gestiones de gobierno y escoger entre propuestas alternativas, mandatarios responsables; así significan una oportunidad para demostrar la madurez cívica y el ejercicio de la soberanía popular de la población de un país. Ratificamos nuestro llamado acerca de la necesidad de garantizar que todos los pasos del proceso se desarrollen con el consenso y apoyo de todas las organizaciones que están involucradas. Por ello, sometemos a la consideración de todos algunos puntos que estamos convencidos pueden ayudar a crecer en ciudadanía, preservar la paz y avizorar un futuro de convivencia y desarrollo.

LAS ELECCIONES: UN DEBER DE PARTICIPACION DE TODOS CON RESPONSABILIDAD Y EFICIENCIA

7.- En efecto, es tarea de todos reforzar cuanto favorezca la paz para que se consolide una base sólida para la convivencia ciudadana. Este momento histórico exige crear y consolidar las mejores condiciones para que se fortalezcan el sentido ético, la tranquilidad y seguridad como responsabilidades que a cada uno nos toca.

8.- A los electores: somos seres humanos con dignidad inalienable, ciudadanos, hijos de esta tierra a la que nos debemos. Ser elector es un derecho y un deber. Participar supone interés por inscribirse, revisar su lugar de votación, animar a otros a que también lo hagan; pero todo proceso eleccionario exige un gran número de ciudadanos prestando una colaboración voluntaria, activa en la preparación, ejecución y preservación del voto. Los más jóvenes y nuevos electores deben ser animados por el ejemplo de los mayores en su responsabilidad ciudadana. Seamos proactivos y personas de esperanza. El país lo construimos todos. Y cada decisión, a través de los procesos eleccionarios, genera también responsabilidades ineludibles.

9.- Al Consejo Nacional Electoral: como ente rector de estos comicios tiene la máxima responsabilidad en la conducción del proceso electoral y por ello se le pide apego a los principios de igualdad, confiabilidad, imparcialidad y eficiencia, apegados a la norma constitucional, y se le debe ofrecer apoyo sincero y respetuoso para tal tarea. Un desarrollo sereno y transparente en todas las etapas contribuirá a fortalecer la paz y la convivencia de todos los venezolanos.

9a.- El Registro Electoral, en particular, debe ser depurado transparentemente. La inscripción en los consulados en el exterior debe garantizarse, así como superar los inconvenientes que han sido denunciados recientemente.

9b.- Se han señalado discrepancias en los criterios sobre la distribución de las mesas electorales. Es necesario disipar esas dudas. Mientras que en lugares muy poblados se concentran demasiados electores con los problemas típicos de colas interminables, en algunos lugares con menor densidad de población parece que hay un número excesivo de mesas.

10.- A los Miembros de Mesa: todo el pueblo espera el respeto a la voluntad ciudadana. Entre los actores electorales, los Miembros de Mesa siempre han jugado un papel específico, primordial e insustituible. Les exhortamos a participar con interés en esta noble responsabilidad, asumiendo la capacitación y el entrenamiento necesarios para que los procesos comiciales no dejen dudas en la ciudadanía.

OBSERVACION INTERNACIONAL

11.- Un gran apoyo a la tranquilidad y confianza del electorado, es que el CNE invite a las organizaciones internacionales especializadas en observación electoral. Dicha observación externa, plural, calificada e invitada a tiempo, favorece a todos, pues crea un clima de confianza que ayuda a preservar la paz. Tanto si los resultados ofrecen márgenes amplios como estrechos, este instrumento, usado hoy por la mayoría de los países democráticos, es un invalorable aporte a la concordia ciudadana.

12.- Los Obispos estamos al servicio del pueblo todo. Trabajemos juntos por la convivencia serena de todos los venezolanos. Es el mejor aporte que podemos dar en estos momentos. Las sugerencias que hemos señalado buscan que reine la paz en la justicia, la libertad y la verdad, en esta tierra de gracia. Elevamos nuestra oración al Dios de la paz y la misericordia para que todos nos comprometamos en un proceso electoral en el que sobresalgan la armonía, el respeto, la fraternidad justa convivencia. ¡Santa María, Reina de la paz, ruega por nosotros!.

Despierta y reacciona… el tiempo apremia!

A los Sacerdotes, Religiosos y Religiosas, a los Grupos de Apostolado Seglar, a los católicos de esta Arquidiócesis, y a los falconianos en general
      
        Próximos como estamos a la conmemoración del bicentenario de nuestra independencia y de los cuatrocientos ochenta años de la creación del Obispado de Coro, erigido por Bula del Papa Clemente VII en 1531, y ante el proceso electoral del próximo 26 de septiembre, en mi condición de Arzobispo de esta ciudad, raíz de Venezuela, Patrimonio Cultural de la Humanidad, me dirijo al pueblo de Dios que peregrina en esta Arquidiócesis para presentarles algunas reflexiones en momentos en que la amada patria debe decidir su destino ante la encrucijada en que se encuentra.

         La Iglesia, como la llamara el Papa Juan XXIII, “Mater et Magistra”, Madre y Maestra de los pueblos (15 de mayo de 1961), no puede permanecer indiferente ante los dilemas históricos de las naciones, cuando algunos valores y principios del ser humano y de la sociedad, se encuentran seriamente amenazados. “La Iglesia, que por razón de su misión y su competencia no se confunde en modo alguno con la comunidad política ni está atada a sistema político alguno, es a la vez signo y salvaguarda del carácter trascendente de la persona humana” (GS 76), por lo que “no impulsa a la Iglesia ambición terrena alguna. Sólo desea una cosa: continuar, bajo la guía del Espíritu, la misma obra de Cristo…” (GS 3).

        En mi condición de Pastor de esta porción del pueblo de Dios, no podría perdonarme si rehúyo la obligación de expresarme claramente sobre algunos aspectos de la situación político-social del país y de nuestra región. Esta decisión está alentada por el mandato de la Iglesia a los Obispos donde se nos pide que ante situaciones de injusticia, “y muchas veces sumidos en ellas, que abren inevitablemente la puerta a conflictos y a la muerte, el Obispo es defensor de los derechos del hombre, creado a imagen y semejanza de Dios. Predica la doctrina moral de la Iglesia, defiende el derecho a la vida desde la concepción hasta su muerte natural...asume la defensa de los débiles, haciéndose la voz de los que no tienen voz para hacer valer sus derechos...”. (Pastores Gregis, n.67).

Una realidad inquietante

       Cuando hace menos de doce años, Prelados venezolanos, denunciaron el robo de los dineros públicos, el endeudamiento del país por la vía de un déficit acumulado, los procesos burocráticos que padecía la provincia que impedían su desarrollo a la par de Caracas, el acaparamiento de la democracia por los partidos políticos, los obstáculos puestos por los altos dirigentes de esas organizaciones al relevo de la dirigencia de nuestra sociedad, el crecimiento de la pobreza y de la injusticia social, la pérdida de fe ante tantas promesas incumplidas, especialmente hechas en tiempo de elecciones y tantas otras calamidades, incomprensibles en un país inmensamente rico, jamás imaginamos que el remedio al que aspirábamos no estaría a la altura de las exigencias de cambio hacia una mejor calidad de vida y la consolidación de una democracia vivida en libertades.

       Si damos un vistazo a algunos elementos del panorama nacional constatamos que nuestro país se encuentra hoy ensangrentado de extremo a extremo. Los Obispos hicimos esta constatación en Enero pasado:  “Con gran dolor vemos cómo Venezuela se convierte a pasos agigantados en una sociedad violenta. Cada día se incrementa dramáticamente el índice de homicidios, que coloca a Venezuela entre los países del mundo con mayor número de muertes por asesinato. Esta violencia criminal se nos está haciendo cada vez más cercana. Hoy se asesina hasta por cuestiones banales: para robar cualquier objeto; se asesina por venganza o por encargo, a través del oscuro mundo del sicariato; se asesina bajo los efectos del alcohol o las drogas; igualmente ha habido asesinatos por cuestiones políticas. Estos asesinatos son realizados casi siempre con armas de fuego que circulan sin control alguno” (CEV. Carta pastoral sobre la violencia y la inseguridad. 12-1-2010).
        Lamentablemente, esta realidad que describíamos los Obispos hace nueve meses se ha incrementado sin ver soluciones estructurales por parte de los responsables de las políticas públicas de seguridad a nivel nacional y regional.

       Así como el espectro de la violencia genera muerte, la precariedad de los servicios públicos a nivel nacional y en nuestra región, son causas de desesperanza y hasta muerte. Las carencias de infraestructura y de personal bien remunerado en el sector educativo, y principalmente en el sector de la salud, provocan reiteradas violencias a los derechos humanos de los venezolanos. Algunos de ellos lamentablemente fallecen y van a los depósitos de las morgues. Las numerosas protestas del personal que labora en los centros asistenciales, dan testimonio de una situación que clama al cielo, al verse ellos mismos afectados en su práctica profesional por las carencias de infraestructura, de personal y de insumos; más lamentable es que el gobierno nacional le dé un tratamiento político a estos centros, antes que un tratamiento humanitario y constitucional.
       En los últimos dos lustros, el país ha recibido inmensos recursos económicos que lamentablemente no han servido del todo para mejorar permanentemente la calidad de vida del venezolano, así como para obtener una mejor educación, salud y vivienda digna; sólo han servido como paliativos momentáneos en tiempos de bonanza por los altos precios del petróleo. Pero también, y algo muy grave, sin llamarnos a consulta a todos los venezolanos, que somos los verdaderos propietarios del erario público, de manera unilateral y sin presentar cuentas, gran parte de estos recursos económicos se han repartido en dádivas de todo género a otras naciones, con un espíritu de nuevos ricos, que van desde ayudas para pagar la deuda externa de algún país, hasta ayudas en algunos casos en forma de préstamo, para comprar armas, centrales eléctricas, construcción de puentes y carreteras, refinerías de petróleo y lo que es más inquietante aún, el principal recurso de ingreso del país que es el comercio de los hidrocarburos, ha sido vendido a futuro por décadas a determinadas potencias, hipotecando en cierto sentido el futuro de las generaciones jóvenes de venezolanos. No es que el pueblo venezolano se oponga a la solidaridad con otros países hermanos, sino que pide se le atienda primero en sus necesidades básicas.
       En el ámbito internacional, el país cada día tiene más inconvenientes. Quienes ostentan el poder nacional han ofendido en diversas ocasiones a los gobiernos e instituciones de los Estados Unidos, Holanda, Colombia, Chile, Perú, El Vaticano, Alemania, España, el Reino Unido de la Gran Bretaña, Canadá, México, Honduras, Israel, Costa Rica, República Dominicana, Francia, a los Congresos del Brasil y Paraguay, a la Organización de Estados Americanos, a otros credos religiosos y mantenemos una unión desventajosa con Cuba, Nicaragua e Irán.
       Con inmenso dolor constatamos también como un número considerable de jóvenes venezolanos que durante años se han esforzado en preparase intelectual y técnicamente, tienen que abandonar el país en busca de oportunidades laborales en otros naciones, producto del sectarismo y la intolerancia ante las diversas posturas y convicciones de los que no piensan ni aceptan las propuestas políticas del gobierno nacional. Hay que recordar que Venezuela es diversa en sus paisajes, en el color de su gente, en sus culturas, porque hemos sido una mezcla de razas. No podemos aceptar, por tanto, que se nos pretenda uniformar con un solo color y un pensamiento único. En la esencia del ser venezolano encontramos la diversidad y la pluralidad, y doscientos años después deberíamos tener claro que fue el respeto a esa diversidad por la que derramaron su sangre nuestros libertadores.
       No sin asombro, los venezolanos hemos observado en días pasados, el doloroso espectáculo que se ha ofrecido al mundo, al haberse puesto al descubierto una gigantesca adquisición de alimentos con fecha de consumo vencida o muy cerca de su vencimiento, por los cuales se pagaron inmensas cantidades de dinero, y que ha puesto en peligro la salud de la población más pobre, sin que los poderes públicos encargados de investigar y enjuiciar a los responsables hayan ofrecido una explicación satisfactoria a los venezolanos. En esto, como en diversos actos irregulares que involucran a miembros del gobierno, la impunidad está presente.
        Con todo este calvario a cuestas, la Iglesia, que debo recordar con todo derecho, es elemento constitutivo de la nacionalidad venezolana, ha sido atacada, descalificando e irrespetando a su Episcopado y muy especialmente a la persona del Cardenal Jorge Urosa , Arzobispo de Caracas, a quien se le convocó casi coercitivamente a la Asamblea Nacional, por haber calificado el socialismo marxista del cual se ufana el gobierno, como verdadero comunismo, que la Iglesia condena, porque fue el responsable del atraso y del ateísmo de algunos países que fueron sometidos durante décadas a regímenes autoritarios, en los que se negaron todas las libertades y que felizmente con las consecuencias de la caída del Muro de Berlín esos Estados de Europa, pudieron abrirse a la esperanza de la libertad y la pluralidad democrática.
       No es llamando a demoler a los adversarios como se construye una nación sino con oportunidades para todos. Si no prevalece el diálogo y la armonía, el respeto a la Constitución Nacional, si se coloca en entredicho la propiedad privada y prevalece la arrogancia, nos estamos encaminando a una confrontación mayor, que pondrá de frente venezolanos contra venezolanos. Es mi deber entonces hacer un llamado para corregir el rumbo del país y luchar contra las permanentes enfermedades de la democracia venezolana: “la corrupción, los privilegios, la falta de continuidad administrativa, el clientelismo político, el exagerado gasto fiscal, el deterioro moral de estructuras e instituciones públicas” (CEV. Declaración con motivo de los cuarenta años de la democracia venezolana. 20.1.1998). Como venezolano me duele el país.
       Un país construido por todos.
       La construcción de un país es una labor tesonera de todos los ciudadanos. El sistema democrático permite la alternancia de responsabilidades en el poder político de una nación, en vista de hacer que el bien común se haga presente en toda la colectividad, y no en un sector solamente. También permite que sean muchas las personas que en distintas comunidades ejerzan liderazgos para lograr el bien común y una mejor calidad de vida. Estos liderazgos no pueden surgir de una designación o de una mano en el hombro, mucho menos de pasearse unos días en una carroza; surgen de actitudes y carismas fehacientes, testimoniales, de servicio y entrega a la comunidad desde una ética personal, el respeto a la diversidad, la honradez en su actuación, una vida consagrada a la verdad y una prédica edificante y conciliadora. Nuestras comunidades están cansadas de personas improvisadas que no conocen la realidad social comunitaria y carecen de cualidades para gobernar con decencia ética.
       Humana y cristianamente sabemos que la dignidad de toda persona humana y el desarrollo integral de la familia, la sociedad, el trabajo, las relaciones humanas, la convivencia, la educación, la salud, la participación ciudadana y otros, son y deben ser la base de preocupación y de interés de todo servidor público. Los regímenes políticos, que de diversas maneras son cambiantes en la historia, son simples medios que deben estar al servicio de la persona y la comunidad humana. No entiendo, entonces, por qué en nuestro país se invierten los términos, pidiendo que las personas y la sociedad entera se pongan al servicio de un proyecto político que en el trascurso de estos últimos once años se le ha denominado: bolivariano, revolucionario, socialista del siglo XXI, marxista y comunista. Considero que este enfoque está desfasado y es esclavizante.
       Debemos ser conscientes que todo sistema político debe ser un medio para servir a los más altos y nobles intereses de la persona y la sociedad; pero, a la vez, cabe decir que los sistemas políticos no son iguales. En nuestro país hemos optado por la democracia y queremos mantenernos en ella, por ser “una opción fundamentalmente ética a favor de la dignidad de la persona, con sus derechos y libertades, sus deberes y responsabilidades, en el cual encuentra sustento y legitimidad toda forma de convivencia humana y de estructuración social” (JUAN PABLO II, Mensaje a la VII Cumbre Iberoamericana, 28.10.1997).
      Todos los venezolanos y particularmente los falconianos, tendremos la oportunidad de evaluar las propuestas y las actitudes personales de quienes aspiran a un cargo parlamentario el 26 de septiembre próximo. No se trata de un juego de poderes para ver quien mete más diputados en la Asamblea Nacional, sino lo que está en juego es el futuro del pueblo y de su convivencia ciudadana, puesto que el primer servicio de la Asamblea Nacional es el diseño, elaboración y aprobación de leyes que serán aplicadas a cada uno de los venezolanos como persona y como sociedad. Por eso, la función directa de este cargo está en relación con la vida de los ciudadanos, allí se coartan o se promueven libertades. Pero también ejerce un “control” de las acciones de los gobernantes; esto permite buscar los intereses del pueblo y no de una persona o de un partido determinado. Un Poder Legislativo unicolor, silencioso, sumiso y temeroso no tiene cabida en un sistema democrático.
       Para los ciudadanos y más aún para los cristianos el voto es un derecho y un deber, es un derecho irrecusable y un deber ineludible. Tiene que ver con la dignidad humana puesto que a través de él hacemos uso de nuestra libertad, nuestra solidaridad y nos comprometemos a trabajar por el bien común. Hace algunos años los Obispos declarábamos que “el voto que demos los venezolanos será el que enrumbe los destinos de la nación. Por eso debemos estar guiados no por una emotividad irracional, sino por la conciencia y la responsabilidad personal que nos lleva a elegir a quienes sean capaces de ejercer una auténtica representación, de prestar un servicio para el bien común y de buscar armonía y colaboración en el respeto al pluralismo” (CEV-Declaración ante las elecciones. 23-10-1998)
       Como venezolanos y amantes de la Democracia, el voto es nuestra única arma valedera para transformar el país.
       Venezuela nos exige cumplir con el sagrado deber de votar. No olvidar que por los pecados de omisión también seremos juzgados.
       Elevamos una plegaria a Dios y a la Virgen de Coromoto, Patrona de Venezuela, para que encontremos el camino más expedito que permita el desarrollo armónico de todos los venezolanos. Ya que anhelamos ser un pueblo identificado con el respeto a la dignidad humana la verdad, la libertad, la justicia y el compromiso por el bien común. Ayúdanos Señor a construir la convivencia fraterna, amando a todos sin excluir a nadie, solidarizándonos con los pobres y trabajando por la reconciliación y la paz.
      Agradezco a los Sacerdotes la lectura a los fieles de este documento en las Misas del domingo venidero.
      Coro, 11 de septiembre del 2010
      Solemnidad de Nuestra Señora de Coromoto.
     PATRONA DE VENEZUELA.


¿Candidatura independiente mata secreto médico?

                           Agustín Blanco Muñoz     
Dr. Navarrete
                        
La salud hoy aquí está cada vez más golpeada. Por todas partes está el registro de la muerte por la violencia cotidiana. Pero no se contabilizan las bajas que ocasiona el cuadro de angustia-temor-miedo que se siente por todas partes. 
En una sociedad tomada por la incertidumbre, en general no se sabe  qué seremos, dónde estaremos  o que nos estará pasando mañana. Prevalece una inestabilidad en todo sentido que sólo puede derivar en enfermedades y desenlaces fatales.
Ya no es novedad en este ex país advertir que estamos en una guerra no declarada o de baja intensidad en la cual se cumple a cabalidad lo ofrecido por el golpista-candidato en 1998: para mí la política es una guerra y de esta crisis no podremos salir por elecciones.  
Luego vino su cambio táctico y su juego a lo electoral porque el vacío político existente le garantizaba espacio-posibilidades, como fuerza emergente y continuadora del plan que se elabora conjuntamente con otros sectores, notables incluidos, como objetivos para el golpe militar del 04F-92.
Hoy, el capítulo de la enfermedad presidencial tiene ya cuatro meses de bombardeo noticioso y de todo tipo de especulación que aumenta y multiplica el mal en muchos otros actores.
La última elaboración sobre el tema  parte de la enfermedad para concluir en el anuncio de un escenario político que parece ser  el que aspira o ambiciona el Dr. Salvador Navarrete, de acuerdo a la  entrevista aparecida en la revista Milenio Semanal de México, hasta ahora no desmentida.
Desde un inicio el material luce interesado. Ante la primera pregunta del periodista  sobre el perfil del GP como paciente, responde el galeno: “El presidente Chávez es un hombre que ha sido tratado por una enfermedad de tipo maniático-depresiva conocida por sus biógrafos y por los médicos que lo hemos tratado”.
Y agrega: “Este padecimiento ha sido manejado antes por un grupo de siquiatras encabezado por el médico Edmundo Chirinos, quien ha sido condenado en 2010 a 20 años de cárcel por el asesinato de una paciente en 2008”.  La intención de ‘hacer leña del árbol caído’ sólo puede entenderse como un empeño por descalificar al paciente que ni siquiera sabe escoger sus médicos.
Sobre su primer encuentro con el GP dice: “Yo lo tuve como paciente en el Palacio de Miraflores en marzo de 2002”… Entonces se crea un equipo con otros dos médicos y de los tres  él era el único   militante del MVR y miembro de su Dirección Nacional.  Un médico que es a la vez dirigente político.
Respecto a su experiencia ante el paciente  responde: Hace más de 10 años, había que hacerle una endoscopia “para que ese padecimiento no avanzara, pero él no se dejó examinar” ¿Si no hubo examen cómo  supo del padecimiento?
¿Y cómo y por qué  al responder sobre las tendencias de las enfermedades de la familia señala que “Chávez era un hombre sano cuando lo examiné en el marco que llevó al golpe de Estado de 2002”? 
Por otra parte, SN dice haber llamado irresponsable a su paciente por no haberse dejado tratar en 2002. Sin embargo, el Presidente no se enemistó con él: “Desde entonces descubrí muchas cosas en el entorno del poder y abandoné la militancia política”. Y quedó como asesor del gobierno en el área de la salud hasta julio del 2011 cuando se le acepta la renuncia y se dedica “plenamente a la actividad médica y académica”. 
¿Y cuál es el tipo de cáncer de  su ex paciente? “La información que yo tengo de la familia es que él tiene un sarcoma, un tumor muy agresivo y de muy mal pronóstico.” Y agrega: es un tumor que se origina en la pared debajo de la pelvis, considerada la región anatómica que está dentro de las caderas.
Como médico de la familia se reunió con el resto de los médicos y estuvieron de acuerdo en el diagnóstico y en que el pronóstico no es bueno y que “la expectativa de vida puede ser de hasta dos años. Esto explica la decisión de adelantar las elecciones.”
Y cuando se le pregunta por el escenario 2012 con  el GP enfermo contesta: “Ese escenario tiene dos opciones: uno con Chávez candidato y otro sin él. El presidente puede morir y los militares tendrán que tomar el poder por un tiempo; o, si su enfermedad le impide ir como candidato, el oficialismo perdería las elecciones.”…Salida militar o derrota electoral.
El  examen político prosigue: “Si llega en condiciones de salud aceptable para una campaña electoral, según información reciente, tiene más de 55 por ciento de aceptación en popularidad”. Pero según  SN ese nivel de popularidad no se trasmite al candidato.
Por ello precisa: “Pero como candidato Chávez registra 35 puntos, un candidato independiente que aún no tiene nombre recibiría el mismo 35 por ciento y el candidato opositor sólo  22 puntos. Esas son las circunstancias de la enfermedad del Presidente.”
Es decir, que bajo el manto de la enfermedad del GP va a surgir un candidato independiente que podría derrotarlo en caso de que sobreviva o  sumarse a las fuerzas militares si es  necesario para salvar esta ex república.
A la larga, este informe, que obvia todo secreto médico, termina en una tal candidatura independiente que trata también de aprovechar  el contexto-cáncer que tiene cada vez más enfermo a este ex país. ¡Que historia amigos!                               T: @ablancomunoz 

El Universal, 21 de octubre del 2011.