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Voluntad
Popular responsabiliza a Iris Valera por la vida e integridad del diputado
Gilber Caro
(Caracas 14.09.17).-
El coordinador
nacional político encargado de Voluntad Popular, diputado Juan Andrés Mejía,
responsabilizó a la exministra del Poder Popular para el Servicio
Penitenciario, Iris Valera; al director del Servicio Bolivariano de
Inteligencia Nacional (Sebin), mayor general Gustavo González López; al
director de la cárcel de Tocuyito, Ronald Zapata; y a la jueza Luz Santa Fe por
la vida, integridad y futuro del diputado Gilber Caro, quien cumple cuatro días
en huelga de hambre y coció su boca para presionar a las autoridades que
manejan el caso. y procedan a su inmediata libertad.
"Gilber Caro
tiene 4 días sin consumir alimentos y arriesgando su vida. En las últimas horas
se coció la boca como medida extrema para que las autoridades entiendan esta
situación. Gilber es diputado electo a la Asamblea Nacional y hoy está en una
situación inhumana. Él forma parte de una lista de 60 activistas de Voluntad
Popular que están siendo perseguidos por
Nicolás Maduro. Recordemos que Gilber fue la primera víctima de lo que nosotros
denominamos el Plan Siembra contra VP, el cual busca aplicar la justicia
militar para perseguir y montar ollas contra la organización y
responsabilizarnos de la crisis que se vive en Venezuela”.
En compañía de la diputada
Adriana Pichardo y Ligia Delfín, el dirigente estudiantil Hasler Iglesia, los
abogados defensores Theresly Malavé y Juan Luis González y la hermana de
Gilber, Yeidy Caro, Mejía detalló que el parlamentario ha permanecido fuertemente aislado e incomunicado desde que
fue detenido el pasado 11 de enero. En este sentido, recordó que la
Organizaciones de Naciones Unidas (ONU) establece que el castigo de aislamiento
está permitido solo en casos extremos y por un máximo de 15 días, más tiempo se
considera una tortura.
“De los más de ocho
meses que tiene Gilber secuestrado, seis meses ha estado en aislamiento
celular. Hoy está preso en la cárcel Hombre Nuevo en Libertador, mejor conocida
como Tocuyito, la cual es una cárcel para presos comunes y condenados, cuando
Gilber permanece con el procedimiento abierto aún. Sin condena. Estuvo seis
meses sin hablar con sus abogados ni sus familiares. Él está en una celda de
2x3 donde ningún reo le dirige la palabra, y si lo hace, es castigado. Tampoco
ha recibido luz solar, por lo que se ha deteriorado su salud y ha perdido
peso”.
Asimismo, reiteró el
compromiso de la tolda naranja para lograr la libertad del parlamentario y de
todos los presos políticos en Venezuela. “Gilber es una víctima más de este
régimen que solo se dedica a perseguir y atropellar a la disidencia, pero no por solucionar los problemas de los
venezolanos. Iris Valera, González López, Luz Santa Fe y Ronald Zapata serán
llevados a la justicia nacional e internacional y quedarán sus nombres en la
historia como unos torturadores y violadores de Derechos Humanos en Venezuela”.
En este sentido, la
abogada Theresly Malavé, exigió a las autoridades del Estado que se apruebe el
traslado de Gilber Caro a la cárcel militar de Ramo Verde y se garantice el
debido proceso. También, informó que le fue negada la visita de los abogados y
advirtió que la vida del activista de VP corre peligro. “El régimen persigue a
Gilber por ser diputado, por ser de
Voluntad Popular y por ser un hombre con
convicciones. En Tocuyito nos dice que está suspendida la visita familiar y de
abogado. Además, la audiencia se ha pautado en 3 oportunidades, y no se ha
dado. Ellos saben que Gilber es inocente y que lo sembraron. Por eso, exigimos
que se garantice el debido proceso, que sea trasladado a Ramo Verde, o en su
defecto, que sea liberado”.
Denunció que en
Venezuela persiste la violación a los derechos humanos de los venezolanos y que
se está aplicando un cruel modelo del aislamiento celular a los presos, quienes
terminan padeciendo de ansiedad, depresión, desorientación y pueden incluso
atentar contra sus vidas.
Finalmente, la hermana
del diputado, Yeidy Caro, afirmó que ha sido testigo de innumerables maltratos
hacia su hermano. “Mi madre y yo somos testigos de los maltratos hacia mi hermano.
Nosotros lo persuadimos para que no se cociera la boca, pero lo hizo. En una oportunidad, él mando una carta a su
hija y una de las custodias se la quitó. El martes fui a la cárcel y le pedí al
sub director que me atendiera y después de varias horas, me atendió y me dijo
que mi hermano se había cocido los labios. Le pedí hablar con él, pero no lo
permitió. Yo no voy a dejar a mi hermano solo en esto. Con él se vienen
cometiendo abusos desde que lo apresaron y jamás han dejado de torturarlo. La
hija de Gilber tiene 12 años y está
sufriendo, a la mamá le dio un ACV y no ha podido ni dormir pensando en que su
hijo no está comiendo”.
FOTO: Dip. Juan Andrés Mejía
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