Sucre potencia… Slogan fallido que ridiculiza
Rafael Á. Marín
CNP. 21.689
Sucre potencia, con tres aeropuertos, Cumaná, Carúpano
Güiria, y varias pistas de aterrizaje, Araya, Medregal, Rio de Agua; con vuelos de varias líneas
desde Cumaná a Margarita, Maiquetía, Barcelona, Maturín; hoy se muestra
prácticamente incomunicado vía área y en lamentable retroceso.
Ayer, cuando peleábamos por la culminación de la autopista
Cumaná Barcelona para acércanos, en tiempo y distancia relativa, a Caracas como
centro administrativo del país, así como al eje industrial Valencia-Maracay, y
a los centros de producción agrícola Barquisimeto, Zulia, y llanos
occidentales, se contaba con varios
vuelos; en Cumaná pernoctaba un Jet Dc 9; incluso llegamos a contar con una
línea regional. Hoy apenas un vuelo Maiquetía-Cumaná-Maiquetía, y eso los días
jueves; el cual llega a la ciudad primogénita a las 4 de la tarde y retorna a
las cinco al Simón Bolívar… ¿Será el mejor día y horario?
Recordamos el ya lejano tiempo, de los 80 y 90, cuando Sucre
se perfilaba como referencia, encaminada a potencia turística. Época cuando recibíamos
vuelos chárter, con viajeros o turistas de Canadá y Alemania. Auge que motivó
la instalación de varios hoteles como el Barceló, hoy Nueva Toledo, Bahía Azul,
Minerva, entre otros; así como una serie
de posadas de primera línea como Bubolina,
San Francisco, la de los franceses en la Calle Sucre, La Cazuela, el Sand
Hills, así como el establecimiento de restaurantes como Las Canarias, El
Timonel, La Terraza española, La Rioja, Rancho de Morris, y se contaba con los
establecimiento de Los Castillitos, El Monumento, Los Montones, Los Medanos, … Hoy muchos cerrados, quebrados por la
decadencia que se instauró en el país, y que pega con mayor dureza en Sucre,
donde el único pescado que podemos encontrar a precio asequible es la sardina;
la cual aún abundan en el mercado por cuanto no se está enlatando dado que no
hay material para su empaque.
Así estamos en este Sucre “potencia” del surrealismo y la
postmodernidad donde nos vanagloriamos de potencialidades que en realidad se deben
a la madre naturaleza; y que tristemente
los administradores del Estado no han
sabido, mas bien no han querido, preservar... Pareciera que el interés es
destruir para reinar sobre los escombros, con hambrientos peleando por unos
pocos bolívares que no alcanzan para costear el pasaje de retorno al ajado
barrio donde entre aguas negras, lodo y promontorios de basura, el sucrense
padece los sinsabores, el tormento de una realidad patética, y un futuro que
urge empezar a visualizarlo desde el hoy;
ese hoy al cual hay que empezar a cambiar para poder tener oportunidad
de un cercano futuro, en mediano plazo, Sucre se enderece, y realmente no ya
para nosotros, sino para nuestros hijos y nietos…
De seguir por el camino del paterrolismo, del dejar pasar y
esperar que llegue la señal divina, nos encontraremos arañando las viejas paredes
de bahareque arrancando pedazos de barro para meterle algo al saco estomacal…
Sucre potencia, ayer cuando por las carreteras de Montes,
Ribero, Andrés Eloy y Mejía circulaban los camiones cargados de caña para su molienda
en los centrales Cariaco y Cumanacoa.
Sucre potencia. Ayer cuando Cumaná era base de la cuarta
flota atunera a nivel mundial, y se contaba con una industria de la conserva,
solida con varias enlatadoras, y un movimiento económico que motivó la instalación
de hasta treinta entidades bancarias; y una flota de arrastre que generaba unos
4.500 empleos directos y otros tantos indirectos, y que surtía de especies
marinas a toda Venezuela, y los paisanos de los barrios podían en bicicleta
distribuir pescado en los barrios cumaneses, o en moto a los caseríos aledaños,
ganándose así el sustento para sus familias, y garantizando al pueblo que no
podía trasladarse al mercado municipal
su pescado en la puerta de su vivienda.
Sucre potencia cuando las gandolas cargadas de atún se
desplazaban desde el puerto pesquero de Cumaná a Marigüitar para su
procesamiento y enlatado; generando trabajo a la gente de los municipios
Bolívar y Mejía; y en Guaca-Guatapanare Propisca se levantaba como un emporio
que garantizaba trabajo a miles de madres y padres de familia de los municipios
Bermúdez, Andrés Mata, Andrés Eloy y Ribero.
Es un Sucre que fue
desplazado, arruinado, quebrado, destruido, para convertirlo en potencia gasífera,
con una plataforma que se hundió, sin que nadie haya sido responsabilizado, en
el caribe frente a la costa norte de Paria.
Un Sucre que propagandearon como potencia con un criogénico en
Güiria, el cual aún no arrancan; y un fogonazo que se vio en cadena nacional, y
que en verdad fue una llamarada fugaz alimentada desde una bombona de Gas
comunal, una empresa social que hoy no tiene capacidad para atender un servicio
básico indispensable para el pueblo, y que pareciera solo sirve de negocio particular;
mientras el pueblo en los barrios y caseríos pasan hasta dos meses para recibir
una bombonita.
“Sucre potencia”… Con playas contaminadas con el vertido directo
de aguas servidas, colectores caídos, vías de acceso a los hospitales, como el
caso de la Bolívar hacia el HUAPA, con grave deterioro, y colapso de cloacas
del principal centro “dispensador” de salud del Estado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario