En el mes del padre… Pedro Navas
Otro día más de los Padres,
transcurrió este año, lleno de incertidumbre, nostalgia, desesperanza, temor y
reserva, al ver como a nuestros hijos, y nietos, los efectivos de las fuerzas
pública nos los matan en las calles, por atreverse a reclamar con valentía el
derecho a una vida mejor; por la
inseguridad reinante cuando salen a trabajar o a estudiar, para lograr alcanzar
los objetivos que le plantea la vida, e intentar mejorar las condiciones
sociales. Así mismo se protesta por la falta de medicina, a tiempo, cuando
sufren una enfermedad.
Muy pocos hoy mueren de vejez, las enfermedades se hacen
morales por la falta de medicinas, y el deterioro de los hospitales. Por lo
contradictorio de la vida, y por las mismas condiciones de crisis que vive
nuestro país, en lo moral, social, económico y político, hoy los padres nos
vemos en la difícil y lamentable situación de tener que enterrar a nuestros
propios hijos; todo por la irresponsabilidad, incapacidad, negligencia y corrupción
de un régimen que no gobierna para el pueblo, sino para los intereses de
pequeños grupos que conforman la elite del poder.
Por estas razones
en este otro Día de los Padres, por no tener que celebrar ni motivo por el cual
celebrar, lo que hubo fue tristeza. Tristeza por la falta de dinero o por la
pérdida de un ser querido que en un país normal hubiera podido sobrevivir a la
enfermedad, cualquier enfermedad que hoy en día en Venezuela se convierte en
causa de muerte por la falta de medicinas.
Sólo Dios nos dará el consuelo de sobrellevar la corta
vida que nos queda por los caminos de la paz, la concordia y la esperanza en un
futuro mejor…
Dios es la justicia divina, y aunque tarde es segura…
Dios es la justicia divina, y aunque tarde es segura…
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