La lectura de un texto del buen amigo colega Sociólogo César Arismendi me
reencontró con Sísifo, al que aludo reiteradamente en la introducción de un
libro de mi línea de investigación “Comportamiento Electoral” que tiene como
título, “Las Elecciones de Diciembre de 2013 en el Estado Sucre, inclusive en
el que César y la Fundación SED tienen a bien suscribir el prólogo.
En el trabajo un modelo de regresión
lineal múltiple y dejo trazas claras de cómo puede ser utilizado en la
consultoría electoral. La publicación salió a la luz en Octubre de 2013 y
ofreció un excurso de los probables resultados a obtener en las elecciones de
Diciembre de 2013. Los desenlaces probables que sugerí desde el modelo de
análisis coincidieron con los obtenidos, inclusive con los alcanzados en el
municipio Bolívar. De este escribimos: “Frente a una tasa de abstención de 58,68%
tal como sucedió en la elección a gobernador del 16 de diciembre de 2012 para
una tasa de inflación de 30% los resultados indicarían que el Voto Oficial se
reservaría el 50,19% de la votación escrutada” Pérez Q, F.
(2012-117-118).…. Ganarían por una punta de nariz.
“Un alza de la tasa de inflación (a 40% y
más) conservando la tasa de abstención de 56,68% me sugirió que el voto oficial
podría desplomarse dentro de estas coordenadas a 44,51%.” Pérez Q, F.
(2012-117-118).
Los comicios del 8 de diciembre de
2012 que se realizaron en un contexto inflacionario que alcanzó el 42%, reportó
una tasa de abstención de 32,99% y la victoria de la oposición con un 50,25%.
La consulta posterior reveló que el resultado se encontró asociado al Voto
castigo.
Una conclusión obligatoria que se desprendió
del examen de los eventos electorales ocurridos en el estado Sucre en el
intervalo 1998, las Presidenciales, Municipales (2013) y la Asamblea Nacional
(2015) es que los elevados Niveles de Inflación y las alzas en la Participación
Electoral han venido debitando la fortaleza del otrora voto duro de las filas
oficiales. Así los incrementos descabellados de la Inflación originados y
aupados en el ejercicio gubernamental de 1998-2017 emulan al folclórico y
original síndrome que los venezolanos bautizaron como “El autocastigo de
Chacumbele”…
Por su parte la votación de oposición
a partir de 2012 (solo por marcar un punto de corte) en el municipio Capital
Sucre ofrece puntuaciones promedio de 46,58% en los ejercicios Presidencial
2012, Gobernador 2012, Presidencial 2013, Alcaldía 2013 y Asamblea Nacional
(2015). En Bermúdez identificado como el segundo Municipio en votación del
Estado la variable Voto de Oposición indicó de un comportamiento promedio de
42,30%. Traigo a la mesa de trabajo que la oposición en el municipio Sucre para
el intervalo 2006-2009 alcanzó un límite de votación que no superó el intervalo
26,84% y 35,36%. El caso de Bermúdez no fue diferente, en este mismo segmento
la votación de oposición se “quedó atrapada” entre 28,59% y 33,78. %
La nota sobresaliente que emerge de
estas observaciones es que un conjunto de fuerzas sociales coexistentes en el
contexto Sucre y Venezuela tejen una tendencia que solo es perceptible desde la
gradualidad. Hemos sido testigos de cómo la complejidad creciente desata y ata
nuevas y necesarias relaciones y conexiones en la estructura social del país.
Hoy gran parte del país político vive y se reúne bajo el efecto cohesionante de
las alianzas transideologicas. Una conjunción que alguna vez les resultó
quimérica e impensable a los políticos venezolanos. Organizaciones separadas
por credos y tesis ideológicas distintas echan las bases para romper con la
asimetría ideológica que colmó el espacio político.
…No se requiere de una “bola de
cristal” y de consultoras electorales para inferir que el país está a las
puertas de un cambio importante. No es desatinado seguir el ritmo de la
tendencia que indican las cifras y la hipótesis del papel erosionante de la
inflación en la decisión de votar por una opción u otra. No es disparatado
apostar que la votación de oposición podría alcanzar un poco más allá de los
dos tercios (66 % y más) de la votación por escrutar.
Estas precisiones y las conjeturas
que proceden de los últimos ejercicios realizados en campo sugieren dos
observaciones: 1- Que la votación oficial (VOF) para el evento de Octubre 2017
se observaría muy disminuida en escenarios de Alta Participación Electoral. El
examen de la opinión colectada informa que los altos niveles de inflación
operan como un catalizador positivo de la participación electoral.
2- Una abstención de nivel 30% y más sumaría fortalezas a las
expectativas de victoria del voto oficial (VOF), inclusive con un “disminuido”
Voto Duro. Los ejercicios electorales de Sucre y toda Venezuela de los últimos
diez años exponen indicios confiables de la correlación participación Electoral
y voto oficial y de oposición, pero como dijo alguien por allí, “que baile que
siempre hay un pero”, y el pero es que hay que votar…
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