Quien crees gana elecciones regionales en Sucre

viernes, 13 de octubre de 2017

El “Guerrero” fortificó la gesta

Ramón del Valle Martínez Abdenour, nativo de Carúpano, municipio Bermúdez, con sus aciertos y desaciertos, ya de 69 años de edad, es quizás la figura pública, el líder político de mayor impacto e influencia en el transcurrir político del estado Sucre en la década de los 90 y el tiempo transcurrido del siglo XXI. Eso no lo discuto.
Graduado de médico cirujano en la Universidad de los Andes, en Mérida, donde se destacó como dirigente universitario del Partido Comunista de Venezuela, durante 1971, se incorpora al grupo de jóvenes que bajo el liderazgo de Pompeyo Márquez y Teodoro Petkoff deciden separarse de la corriente comunista ortodoxa y fundan el Movimiento al Socialismo MAS, de tendencia socialdemócrata.
De regreso a Sucre, junto a un grupo de médicos establece el Proyecto Salvador Allende, con el cual prestaban asistencia médica solidaria a las comunidades de la parroquia Valentín Valiente; paralelamente a esta actividad alcanza la secretaria de organización del  MAS, y de ahí asciende a la secretaría general.
Como líder del MAS en Sucre, Martínez logra ser electo diputado al Congreso Nacional, para el periodo 1988-1992,  donde integra la Comisión de Ambiente, e inicia el encumbramiento de su carrera política.
Con el advenimiento del proceso de descentralización y la elección popular de gobernadores promovida por el presidente Carlos Andrés Pérez, Ramón Martínez es electo en segunda vuelta, Gobernador de Sucre para el periodo 1993-95; y sería reelecto para el periodo 1996-98. Luego es electo senador por Sucre, para el periodo legislativo 1998-2000. En el 2000 Ramón Martínez, aliado al presidente Hugo Chávez, vuelve a ser electo gobernador, ejerciendo hasta el 2008, cuando es electo su “hijo putativo” Enrique Maestre, quien irónicamente de manera artera inició una persecución contra el Dr. Martínez, su mentor y viejo aliado en la consolidación del proyecto del socialismo del siglo 21.
Ante esta situación, y conociendo la catadura de sus expupilos quienes le montan una trampa con simulación jurídica,  Martínez sale del país. Pide asilo en Perú donde reside por unos años para luego trasladarse a Panamá. Desde esta nación centroamericana en el proceso electoral para las parlamentarias del 2015 hace público su apoyo, mediante el sistema de video conferencias, a los candidatos de la MUD/Sucre. Se lanza la consiga “Ramón vuelve”. La MUD derrota sin dificultad en Sucre al poderío del régimen.
Ya abierto el proceso electoral (2017) para las gobernaciones, sorpresivamente, Martínez aparece inscrito como candidato a la gobernación. Esto creó un ambiente de dudas por aquello de  ¿cómo un perseguido y autoexiliado podía aparecer inscrito como candidato?  Ramón Martínez reclama la escogencia del candidato de la oposición mediante primaras, las cuales son aceptadas por Robert Alcalá, y la MUD. Estas  se celebran el domingo 10 de septiembre, y Martínez es superado por el Dip. Robert Alcalá.
Se mantiene la duda sobre si Martínez reconocería o se lanzaría solo y  se prestaría para dividir a los sectores opositores. Las bases ramoncistas exigen irse por “la calle del medio”. La tarde del 13 septiembre Martínez reconoce públicamente la elección de Alcalá, y  adelanta que sus votos se le sumaran a Alcalá, pero que las regionales servirán para mostrar su fuerza política.
Reinó la sindéresis. Se derrotó la vieja rivalidad y las diferencias conceptuales. Ha debido ser difícil. Pero se impuso el compromiso que es allanar el camino que nos lleve a la recuperación del sistema democrática. Ya no se es reactivo. Sino un líder con ponderación. Hay sabiduría.  
         La mañana del jueves 28 en rueda de prensa conjunta con Robert Alcalá, Ramón Martínez despeja toda duda al levantarle la mano y ratificar su respaldo electoral al candidato oficial de la Mesa de la Unidad Democrática.
Martínez llamado por su pueblo “El Guerrero” aclaró: quienes acariciaban la idea de una posible división de Ramón con Robert están equivocados. Recorro el Estado con un solo mensaje: la democracia. Y ese concepto es mas que suficiente. La democracia es nuestra filosofía de vida”.
En su momento, planteadas las primarias Ramón-Robert, escribí: “La pelea se pone buena en la MUD… El que de aquí salga victorioso ganará la Gobernación de Sucre”. Y rematé “Creo yo”.
En este momento, ya al filo del cierre de la jornada proselitista, y visto el discurrir de la campaña electoral, la cual irónicamente, recibió un impulso cuántico precisamente a partir de esas primarias Ramón-Robert; y luego con la incorporación de Martínez y sus caminatas hombro a hombro con el candidato Robert Alcalá, no queda dudas de una holgada victoria para los sectores democráticos en Sucre.  
Y no es que no se pudiera ganar sin la presencia de Martínez. Ya la MUD y Robert, junto a José Gregorio Patiño y Milagros Paz, habían superado abiertamente al todopoderoso régimen madurista y pese a una pequeña disensión, y a la anulación de mas de 19 mil sufragios, en las parlamentarias del 2015 voto a voto se le ganó al gobierno en Sucre, como se ganó abiertamente en todo el país.
Hoy esa diferencia se ensanchara, y los jerarcas del régimen lo saben, de ahí el desesperó de Maduro y su infantil provocación de que quien vote el domingo 15 estará reconociendo a la Asamblea Nacional Constituyente. Habría que preguntarle al Ministro Padrino López, si junto al alto mando se sienten reprobados por Tibisay Lucena y todo el CNE, quienes justifican la mudanza de centros electorales de sus sitios tradicionales con el argumento de que en esos sitios hubo hechos violentos. Ah cará… ¿Entonces el Plan República es una entelequia? 
(R. Marín)



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