La realidad no puede ser estudiada en
analogía con el funcionamiento de una máquina. Tampoco un país. Los fenómenos
económicos y políticos trascienden el reduccionismo y las recetas. Un error
repetido de algunos analistas es admitir en correlato con la premisa
mecanicista que los sucesos y desviaciones de un sistema social se originan
en/o una parte de la máquina, que los sucesos tienen una causalidad repentina y
que el trayecto que recorrerán algunos países está en modo invariable
preestablecido por experiencias idénticas.
En este punto sostengo que los
episodios políticos y económicos de un país son de la total responsabilidad de
sus habitantes, mientras unos pecan por negligencia y omisión otros por alusión
o mención. Así el episodio político soviético, chino, chileno o cubano integró
e incorpora un grueso de variables aunque separadas en el tiempo y el espacio
cualitativamente idénticas a las del episodio venezolano. Hay un isomorfismo
que hiela sienes y rodillas… Oh ¡Qué grande y pequeño es a la vez el mundo¡
¡Que tan poco diferentes somos! Y cuán poco respeto tenemos por la vida, la
libertad y los derechos individuales de nuestros semejantes…
Sobre esta relación de semejanza en
los procesos que motivan el comportamiento humano y por ende político de las poblaciones
advierto que no hay necesidad de recorrer al mundo para conocer que mueve a las
personas… es cosa sabida que el cebo o la recompensa acorta las distancias y
hasta hace atractiva a las arrugas… Conoce a los habitantes de una localidad y
terminarás comprendiendo a todos los humanos… Hay mucho de Condicionamiento
clásico, Pavlov (1849-1936) en el ejercicio político venezolano.
El abuso entre y contra las personas,
no es un problema de nombres, ni de épocas, o de edades, tampoco de origen
social, sostengo que todas las grandes obras, los excelentes resultados, tanto
como las desviaciones de todo tipo tienen su origen en las creencias, “Mosca”
con lo que percibimos como verdadero y aplicable… las ideas difundidas, repetidas y sustentadas se corporizan y muchos
sujetos no importa cómo les nombren -Nerón (54 al 68 d. C.) Atila 395-453d.C),
Gilles de Rais (1405- 1440), el conde Drácula (-1428-1476, Iván el Terrible
(1530- 1584), -Isabel Báthory (1560-1614), -Ranavalona I (1782 -1861), Leopoldo
II de Bélgica (1835- 1909) Adolf Hitler (1889-1945), Losif Stalin (1879-1953),
Francisco Franco (1892-1975), Augusto Pinochet (1915-2006, Mao Zedong
(1893-1976), Mao Tse-Tung,(1893-1976), Benito Mussolini (1883-1945), Saddam
Hussein (1937-2006), Muammar al-Gaddafi (1942- 2011), Jorge Rafael Videla
(1925-2013-) Hosni Mubarak (1928) - sustentaron sus proyectos de vida y
gobierno en patrones de pensamientos neuróticos, el punto no es que convinieron
en fregarse la vida ellos, sino que los impusieron y lograron liquidar, martirizar
y empobrecer a grandes contingentes de población.
Todos estos gobernantes y otros que
no cito por razones de espacio cambiaron el rumbo de naciones enteras,
inclusive del mundo, las dos guerras mundiales exponen con detalles el
verdadero talante de estos actores… “es hora de que el mundo se entere de que
cada uno de nosotros hereda un legado psicológico tan real como su misma
dotación biológica, William A. Miller (1782-1849) y yo agrego esto es una
bendición o lo contrario. Así que el
problema no está en las ideologías, aunque algunas en realidad son en sí mismas
fabulas, “aplicaciones míticas” fuera de tiempo que por defecto colisionan con
la realidad global de nuestros días, el problema reside en muchos de nosotros
quienes transmitimos —en forma de pautas disfuncionales de conducta— los
problemas que no hemos logrado resolver en nuestras vidas. En este punto
recordaré una expresión lapidaria de T. S. Elliot (1960) «del hogar es de donde
partimos». La familia constituye nuestro centro de gravedad emocional, el
escenario en el que madura nuestra identidad, se desarrolla nuestra
individualidad y se configura nuestro destino bajo la influencia de las
diversas personalidades que nos rodean.
En conclusión los distintos problemas
que enfrentamos como país no proceden de Marte, tal como Dorian Gray de Wilde
O.(1890) quien delegó los efectos de su edad y sus acciones a un retrato que
envejecía por él, durante años hemos renunciado a nuestras responsabilidades en
la producción de alimentos, tecnologías –bastiones indispensables para
enfrentar las demandas del mundo de hoy- y a la formación de un ciudadano con
declarados valores institucionales y universales…
Basta de discursos que aluden a la
riqueza del subsuelo y a la fortuna que nos legó la naturaleza, mientras la
acción de la “Escuela” acusa un divorcio con la actividad económica del país.
Basta de creer que la maldad radica en la empresa privada… Cese la idea que un
hombre sin formación familiar y conocimiento técnico puede desarrollar a
nuestros municipios… ¡Basta de oropel y fanfarrias! toca enaltecer el trabajo
que da paso a mejores niveles de vida.
NOTA R. MARÍN: La fotografía, tomada del muro Facebook de
Juan Rodríguez, recoge un aspecto del clima de zozobra, alimentado por conatos
de saqueos y disturbios, vivido en
Cumaná-Sucre este viernes 12 de enero 2018